La familia Molina, conformada por Juan Molina, su esposa y su hija de 17 meses, perdió todo en un incendio que arrasó su vivienda. Molina, de oficio albañil, trabajaba en una construcción temporal cerca de su casa, pero el fuego en su casa consumió muebles, electrodomésticos y documentos personales, dejando a la familia sin recursos. Ahora, acogidos por vecinos en el séptimo callejón del ingreso al cerro Jaboncillo, enfrentan un futuro incierto sin ingresos estables. Juan expresó su angustia, señaló que su empleo el que ahora perdió, no cubre las necesidades de su hija pequeña.

Johana Laz Pinto, vecina de Molina, vive con su hija y su nieta de 6 meses. Su casa, afectada por el fuego, perdió dos aires acondicionados, ropa y el techo de PVC en los dormitorios. Laz, desempleada, depende de los trabajos eventuales de limpieza de su hija. La reparación de su hogar requiere recursos que no posee, y la familia pernocta en una casa vecina, mientras busca apoyo para reconstruir.

Ambas familias solicitan a quienes puedan ayudarlos, lo hagan llamando al número 095991756. El Municipio de Portoviejo proporcionó colchones, pero aún se espera la asistencia gubernamental, según los afectados.

Lo pierden todo en un panorama de ausencias

 Familias de bajos ingresos, como los Molina y Laz, carecen de seguros o ahorros, que hace casi imposible que se recuperen sin la ayuda gubernamental. Incidentes similares en años anteriores en Picoazá dejaron a residentes en situación precaria, dependientes de ayuda comunitaria.

Los Molina y Laz pidieron donaciones de enseres, ropa y dinero para resurgir. El Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES) comprometió kits de ayuda, pero aún se espera la entrega, según los afectados. Los vecinos instan a reportar emergencias al ECU-911.

El incendio que los dejó sin nada

A las 09h00 del 25 de junio de 2025, una humareda alertó a los vecinos de la ciudadela Amazonas. La casa de Juan Molina, de construcción mixta, fue envuelta por llamas que destruyeron todo en minutos. Molina, alertado por su familia, corrió desde una obra cercana, pero no pudo entrar por la intensidad del fuego. Las llamas cruzaron una pared, afectaron la casa de Johana Laz Pinto, consumieron el techo de PVC y dañaron electrodomésticos.

El Cuerpo de Bomberos llegó al séptimo callejón y controló el incendio tras arduos esfuerzos, según su informe. Videos en redes sociales captaron el fuego, evidenciaron el pánico de los vecinos, incluidos niños. La Policía Nacional acordonó el área, mientras los bomberos evitaron la propagación a otras viviendas.

La Unidad de Investigación de Incendios inspeccionó los escombros, buscó indicios de cortocircuitos o materiales inflamables. La Policía recopiló testimonios, descartó intencionalidad hasta obtener peritajes.

Las familias, sin ingresos estables, enfrentan la reconstrucción desde cero. La Municipalidad planeó capacitaciones sobre prevención de incendios, mientras los afectados piden ayuda urgente. La solidaridad de Portoviejo marcó el inicio de su recuperación tras la tragedia. (22)